domingo, 28 de agosto de 2011

La pareja de mi amigo, es mi amante (Parte I )

El título “La pareja de mi amigo, es mi amate” parece extraído de un programa de la desafortunadamente famosa Laura Bozzo. Cuando descubres que has sido víctima de una infidelidad, estúpidamente desconfías de todos, menos de tu mejor amigo, aquel que te lo presentó, se aprovechó de la “crisis de pareja” y termino llevándolo a su cuarto, mientras tú te ahogabas en cervezas pensando en él.

A veces creo que en el universo rosa en el que vivimos, no existen reglas para satisfacer y sucumbir en el placer, no importa quién consigue la presa, si no finalmente quien disfruta de ella.

Era el cumpleaños de Luis, un día de semana cualquiera, un amigo con el cual compartimos un gusto en común “la bebida” motivo por el cual fuimos a celebrar su onomástico a un pub del Malecón Grau de Chimbote.

Sentados en la barra, conversando sobre nuestra inestable situación laboral y compitiendo  por quien lleva mayor tiempo sin tener sexo, le pregunte ¿En que momento decidiste estar con Junior?, Junior es quien fue mi mejor amigo y Luis el muchacho con quien salía.

Yo hasta ese entonces solo conocía que Junior, al parecer de Luis, era alguien más divertido que yo y que esa razón fue determinante para elegirlo.

Esa noche me entere, que en algún momento, Luis y Junior sorteaban a su suerte, a quien le tocaría decirme la verdad de sus actos, como contarme que ellos llevaban clandestinamente acostándose varios días, mientras yo estaba en casa estudiando para los exámenes finales de la Universidad.

Para remontarles cómo se dieron los hechos, empezarè contándoles que a Luis, lo conocí en la única discoteca de ambiente en Chimbote que  lleva por nombre Skandalos.

En un arrebato de celos, de ver a mi ex Carlos olvidarme tan rápido bailando cariñosamente con un desconocido, vi a Luis aproximarse a mi mesa y sin conocerlo, lo invite a bailar, para mi suerte  él acepto, en ese momento Luis, solo era un pretexto para estar cerca de Carlos y lograr que me viera acompañado de alguien y estúpidamente hacerle sentir lo que yo pasaba en ese momento.

Mientras bailaba con Luis, le conversaba al oído, en primera instancia le pregunte su nombre porque ni eso sabia, a que se dedicaba y cuál era la razón de haber venido a la disco, por la bulla aprovechaba en hablarle al oído, para hacer entrever a Carlos, la  supuesta confianza que existia entre luis y yo.

Al término de la música, yo ya sabía dónde trabajaba (cabinas de internet) y cuál era su número de celular, Así que, dias despues decidí ir a verlo, para eso lleve una torta de tres leches para degustar y hacer màs amena nuestra plática.

Las visitas y las salidas fueron cada vez más continuas, y debo reconocer que la compañía de Luis comenzaba a tornarse especial, resalto en él, su predisposición a hacer planes juntos y su caballerosa atención.

Llegó de forma casual, el momento de presentar a Luis con mi supuesto mejor amigo, en ese momento Luis y yo caminábamos como de costumbre por el centro de la ciudad y  de pronto recibo una llamada de Junior, en ese transcurso  para salir a tomar al salón de billas  “D' parranda” (decidí cambiar el nombre para evitar hacer publicidad gratuita).

Al parecer ambos se conocían, pero Junior no lograba recordar a Luis hasta después de varias horas. el acercamiento entre Luis y yo se hacia cada vez más proxima, después de unas cervezas, empezábamos a agarrarnos de la mano, por debajo de la mesa, el alcohol empezaba a desinhibirnos y a permitirnos darnos las primeras muestras de cariño.

Luego vino la mejor parte, Luis se dirigía la baño y yo decidí ir detrás de él, me pare detrás suyo, espere que terminara de orinar, me abalancé sobre sus labios, lo arrincone sobre la pared violentamente para seguir besándolo, hasta que entrò al servicio higiénico , un borrachito más que acude  a ese lugar,  al vernos in fraganti, solo atino a sonreír y a dejar en claro que  esas cosas no le molestaban porque él es open maind.

De regreso a nuestra ubicacion en el lugar donde Junior nos esperaba, este se encontraba mortificado y fastidiado por lo que estaba espectando en primera fila y nos sugirió un poco de compostura (maricòn reprimido, pensé) y  Luis y yo accedimos, en ese momento, Junior recordó de donde conocía a Luis, sucede que el antes trabajaba cerca de su casa en el cafetín de la Universidad donde yo  aún estudiaba por ese entonces.

Luis tratando de recordar a Junior, empezó a prestarle mayor atención, continuaron unas esporádicas sonrisas, empezaba a surgir la química y yo sentí que no podía competir con alguien en siempre resultaba ganador en  toda nuestras salidas.

La noche concluyó con cada uno en su casa, a los pocos días Junior me llama al celular para pedirme permiso para que saliera con Luis a almorzar, anticipando cualquier mal entendido supongo, y no entendí su proceder, si bien era cierto entre Luis y yo no existiò una declaración formal hasta ese entonces y aun si hubiéramos sido pareja, entiendo que nadie es dueño de nadie para solicitar permiso.

Luis también me llamo para avisarme que saldría con Junior, y a decirme que no me vaya a molestar por eso, esa fue la última consideración que tuvo  para conmigo, yo deje de llamarlo porque nunca me gusto competir por nadie, porque considero que es rebajarse, si la otra persona sabe darte tu lugar y reconoce lo que hace por ti, nadie será obstáculo de nadie, pero este no es un digno caso a ejemplificar.

Al recordar todo esto, miraba a Luis y me reía, le confesé que en realidad después de aquella noche en "D' parranda" , yo no me esforcé mucho por él, porque ya presagia el desenlace, por cobardía o tal vez por sentimientos de inferioridad por alguien hacía gala de su talento de casanova. 

Pedimos una ronda de tequila y a Luis le decía: ¿Te acuerdas como me dijiste que estabas con Junior? al parecer no lo recordaba, entonces empecè  a detallarle como fue. Un día el (Luis) me cita para conversar, pues el distanciamiento entre nosotros había sido muy notorio y de tanta insistencia accedí y antes que pronunciara palabra alguna, lo aborde, haciéndole el camino más fácil, le increpé” estas con Junior, verdad” al verse descubierto, solo afirmó mi sospechaba y le pedí de ultimo favor que evitara que coincidiéramos los tres en algún lugar y que comprendiera  que a Junior le dejaría de hablar, por algo que consideraba una traición.

Luis me interrumpe y me aclara que mantuvieron una relación a base a la costumbre de salir a tomar,ir a comer , despues al hotel y continuar con sus vidas respectivamente. Luis me coemnta que èl quien terminò la relacion  y que después Junior le pidió para regresar, situacion que  fue peor, porque solo lo utilizo para vengarse, para dejarlo plantado en infinidades de veces, tal vez el ego de Junior se viò afectado, por tan tremendo insulto,el hecho de que terminen con él.

Sin dudas estaba siendo un cumpleaños singular, de muchas confesiones, pero ahora era turno de contarle a Luis que Junior vivió las mismas circunstancias que yo, pero en otra historia y con otros personajes.

sábado, 20 de agosto de 2011

El Hombre Ideal

 
Alguna vez has jugado a describir a tu hombre perfecto, y mezclar los atributos físicos de algún cantante, actor o personaje farandulero. Y una vez retratado suspirar y extasiarte de solo fantasiarlo a tu lado, pensando que has creado en tu mente a la mejor obra humana.  


Después de tantos fracasos, conocí a Alfonso José, por medio del Hi5 de otra persona (no recuerdo en la cuenta de quien, por eso no menciono el nombre) su porte me hizo suponer que quizá sería un extranjero, alto (1.90 cm) delgado, blanco, de poco cabello y con la barba a medio rasurar, así lo vi por primera vez, por fotografía y enamorado me quedé.


El siguiente paso, obviamente era mandarle una solicitud de aceptación a mi cuenta de HI5, escribirle y pedirle que me agregue a su lista de contactos. Él proviene de uno de los lugares que más me fascina, Huaraz y por compartir con ustedes, mencionare alguna de sus cualidades, para que comprendan también que tipo de hombre me gustaban.


Le fascina el arte  igual que a mí, (es profesor de piano), ambos pertenecemos a la misma institución de servicio ( me reservo el nombre para evitar una mala publicidad) sensible, con alma de aventurero , cándido con los niños. Era por ese entonces el molde perfecto, el mejor parche para mi alma.


 Que sea cordial y diplomático conmigo en el chat, no era suficiente, quería capturar su atención al 100%, así que le propuse vernos por web cam y después de vernos ( y yo confirmar lo guapo que es) jugar  peligrosamente con la videocámara, y solo así, pude obtener su mirada en mí.


Pensar ¿que estará haciendo ahora? Se convertía de pronto en un envió de mensaje a su celular y esperar con ansiedad su respuesta, desde ahí me volví la persona más optimista del planeta, porque siempre recurría a frases como: Espero que todo te esté yendo bien, que tengas buen día, recuerdas que cuentas conmigo, acompañada de algún versillo cursi que se me ocurriera.


Un jueves, después de mandar otro mensaje más a su celular (para variar) recibí  “la gran noticia”: Hola Fernando amanezco el sábado en Chimbote ¿me puedes ir a recoger?  Yo claro que lo haría encantadísimo, solo me molestaba que no me diera tiempo de planificar nada, estaba peor que mujer en su primera cita, sin saber que ropa ponerse para impresionar. 


Llegó el sábado, eran las 4:30 de la madrugada  y yo en el terminal esperándolo, con los nervios apoderándose  de mí a cada segundo, el encuentro se dio, nos abrazamos y nos dirigimos al hotel, con una habitación de doble cama (mal pensados) y después de conversar un momento, le entregue un obsequio , que  era un álbum de fotos, hecho por mi con sus mejores fotografías de su cuenta HI5.


Emocionado Alfonso, trato de compensar el detalle y busco dentro de su equipaje algo para retribuir la atención que tuve para con el y me regalo un llaverito (que aún conservo, no se por qué) mirábamos tontamente Cartoon Network y ahora competía con esos dibujitos que lo atraían y yo nuevamente en segundo plano.


9:00 am creí prudente dejarlo descansar, ya se había duchado y ya no se me ocurría tema alguno para conversar, y menos con la distancia que manteníamos cada uno en su respectiva cama.


Quedamos en vernos por la tarde, el resto del día lo aprovecharía visitando a sus amigos de Chimbote y no fue hasta la noche que lo invite a una reunión de la institución donde pertenecemos y de pronto se creó la idea que su visita aquí (Chimbote) solo sería un tema confraternización, al término, cenamos y comenzamos a hacer planes para el domingo y en medio de la degustación, vino el derrumbe de las emociones, me confesó que su viaje tenia por razón arreglar algunas cuentas pendientes con su ex.


El domingo de playa nunca llegó, después de la plática, quedamos en que iríamos a una discoteca de ambiente con sus amigos, llegue temprano para variar y cuando lo vi entrar ya pasada varias horas, no se acercó a saludarme, hasta el momento en que colocó dos botellas de cerveza en mi mesa y se marchó a continuar su rumba, claro con sus amigos.


Opte por retirarme, indignado por el patético momento, y cuando llegue a casa, encendí la computadora y descargue toda la rabia contenida, escribiéndole un e-mail, con todo lo que en la disco no pude decírselo (reproches), el alcohol que había consumido fue mi mejor inspiración esa madrugada.


Me llamo el domingo por la tarde, y jamás le conteste, me dejo un mensaje diciéndome que solo quería despedirse de mí y que la paso muy bien conmigo y que quizá hoy no hubo playa, pero quizá en otra oportunidad lo habría. 


Y como suele pasar, desencantarse de alguien toma su tiempo,  prometí ir  a Huaraz, aventurarme a alcanzar una nueva oportunidad, al menos darme el gusto de llegar al desenlace de esta historia. Llegué un sábado también y el fin de semana que se supone, estando hospedado en su casa y  en su propia ciudad, sería mejor, resulto ser todo lo contrario.


El sábado transcurrió en acompañarlo a un concurso de cometas y al regreso a una pollada de sus colegas, en todo momento hablando con extraños mientras el con sus amigos sin entender el porqué de sus desatenciones, en fin no había porque reclamar estaba por mi caprichoso antojo ahi, ya un poco ebrios decidimos regresar a  su casa, me instaló en su habitación, pero me aclaró que yo no dormiría con él, que su madre sabia de su opción sexual y que era mejor evitar comentarios.

Un regla más, no tocar el computador, ni nada que estuviera cerca a mi alcance sólo el control remoto del televisor, hicimos el amor como consecuencia de los tragos, algo que carece de sentido y emoción alguna, solo continuar con el instinto del placer.


 Domingo, (ahora ya no hay trabajo, pensé) todo el día estuvo con su adorado piano, y aun estando a su lado no pronunciaba palabra alguna, solo lo necesario, creo que un mueble o un cuadro en su sala tendría mayor sentido que yo, en repetidas ocasiones me aconsejo comprar mi pasaje de regreso, para evitar quedarme varado y yo confirmaba la urgencia que tenía por deshacerse de mí.


A mediodía empezó a llover y todos salieron a comprar la comida para el almuerzo. yo decidí regresar a mi habitación y el momento de conocer a su madre llegó, una aristocrática mujer, refinada y clasista, empezó a conversar conmigo con postura  cordial pero a su vez de precaución de saber en realidad quien era yo (un gay tan o mejor que su hijo) Alfonso José terminó de ingerir los alimentos, agradeció y se fue y me quede atrapado en la mirada de aquella intuitiva mujer.


Tratando de justificar la amistad con Alfonso y encontrando razón perfecta de haber instalado en su recinto, así estuve todo el rato y felizmente Doña Luisa tendría que salir a realizar algunas comprar, que fue mi mayor suerte para retirarme del comedor y regresar a mi celda.


Alfonso estaba durmiendo y dejo la tele prendida,(estaba en su cuarto que podía hacer ¿botarlo? ) me eche a su lado, haciendo zapping, el aburrimiento no tenía prisa en hacerme torturosa la tarde y fui a jugar con su bragueta, a acomodarme sobre su pecho, a desabotonarlo y robarle un beso, el cual fue correspondido y él se entregó a mi aun con los ojos cerrados, de forma más pausada y en absoluto silencio nos desvestimos sin dejar de besarnos, hacer el amor y dar por bien pagado la travesía de mi llegada.


Luego de ducharme y regresar al cuarto, lo aborde diciéndole que mis señales con el habían sido claras y que mi intención es intentar algo con él,  la respuesta fue no porque según el me parecía a su ex, me quede pensando si fue un elogio o un insulto, de todas las choteadas jamás tuve una respuesta tan absurda. 


Dejándome en incertidumbre se retiró,  llegó una amiga en común,  con la cual salimos a conversar los tres, y el tiempo pareció de pronto apresurarse más y ya era momento de partir, regrese  al cuarto y en un papel escribí “Yo aún seguiré esperándote a que cambies de opinión, te amo”  lo coloque debajo de su almohada, mire todo el cuarto despidiéndome, porque a pesar de mi ingenua esperanza, pasara lo que pasara, estaba  claro, que no regresaría jamás a ese lugar, tome valor cerré la puerta y  así de Alfonso José me fui para siempre.
 De amor ya no se muere /Chenoa

miércoles, 17 de agosto de 2011

La primera vez







Para llegar al final de “ Y vivieron felices por siempre” primero se supone que debo besar sapos antes de encontrar al príncipe encantado. Comencemos a recordar al primer sapo de todos.

Mi primera relación de pareja, fue con Jefferson, un joven chiclayano, dos años mayor que yo, que vacacionaba en Chimbote por aquellos días (Verano del 2003)

¿Cómo estar con un hombre como pareja?  Solo he tenido sexo con ellos, y ¿por qué razón habría que hacerlo?  Si ninguno hasta ahora me atrae su forma de ser, solo sus cuerpos y el empaque que guardan en sus vestiduras (pensaba yo)

Sin embargo, el no mencionarme la palabra sexo en nuestra primera conversación por el messenger y no responder a las tradicionales preguntas: Nombre, edad, opción, ¿tienes sitio?  y después de eso concluir en una cita o en la eliminación de  lista de contactos, me generó interés en conocerlo.

Así pactamos vernos, en el ovalo  la familia de Nuevo Chimbote, al  término de mis clases en la academia (por ese entonces me preparaba para ingresar a la universidad) y recuerdo que ese día llegue tarde sin querer, y me impresionó verlo sentado en la vereda, con la cabeza inclinada al suelo, quieto y sin moverse, me conmovió  bastante vivir esa escena.

Luego de saludarnos y caminar perdiéndonos en la plática respectiva, llegamos a la pista de la panamericana sur, el estar ahí ya me hacía suponer lo que vendría y así fue, cruzamos el asfalto y al frente nos esperaba el desierto, y que con nosotros habrìa fuego en medio de la oscuridad.

Después de ese día, en otra ocasión en el messenger el dijo: “me gustas, ¿quieres ser, mi enamorado?  Y antes de decir si, solo pensaba en el tiempo que anhelaba estar con alguien y de pedirle al cielo,  me concediera el deseo y ahora realizado, ni modo desperdiciarlo no?.

Nuevas cosas estaban preparadas para mí, como la primera escena de celos, que fue muy divertida, un chico extremadamente pasivo vino a mi casa (se averiguo donde vivo el muy pendejo) a decirme que ya sabía con quién estaba y recalcarme que Jefferson estuvo primero con él, antes que conmigo ( y antes quería conmigo) un despechado más, sin oficio que se le conociera  más que el joder la paciencia.

Y como les comentaba Jefferson jamás uso la palabra sexo, sin embargo fue lo que  inducia hacer cada vez que nos encontrábamos, y como tenía que suceder, llego el momento en que tenía que ser yo quien lo espere con varios minutos de retraso (con lo que detesto esperar a alguien) y solo tuvo para mi justificaciones evasivas, y sentí que solo vino por cumplir y hacer lo que estaba acostumbrado a realizar, tirar tan solo eso.

Esta vez decidí que no ( total,que podría pasar si una noche no haríamos el amor) y de tanta insistencia mía, empezó a contar el motivo de su demora, el manifesto que estaba atendiendo a un amigo, del cual recién se enteraba que tenía VIH,   jamás ni por un instante, en ese momento pensé hablar de ese tema ni estar tan cerca para hacerlo. Hubo un silencio y un forcejeo a no tocarnos, que regresamos casi sin hablar al ovalo, solo para irnos cada uno a sus respectivas casas.

Como Jefferson no tenía celular, solo había que esperar al messenger para comunicarme con él, y no encontrarlo en línea , me desesperaba,  mis mensajes sin responder, me causaba ansiedad y en el momento menos pensado, sucedió estaba conectado y fue breve en decirme : deja de mandarme mensajes y dedicatorias, estoy en Chiclayo y aquí tengo pareja, el mundo se me desboronó en ese instante.

Para confirmar lo que decía (que me hacía suponer  que era,  sólo despecho o un resentimiento) me dio la contraseña de  su otro correo  y ahí encontré todos los emails de amor de su pareja, que  constantemente le enviaba mientras él estaba aquí (Chimbote) conmigo.

Lejos y sin aclarar nada, el muy perro termino conmigo,  en ese momento solo pense en quien deberia acudir, por que la tristeza estaba calando sobre mi. Una relación de apenas quince días me parecieron toda una vida, no se imaginaran entonces cuánto tiempo más me costó olvidarlo y superarlo.

Con el tiempo, llegue a conocer  al amigo con VIH, y debo confesar que solo indague en saber de el por saber algo de Jefferson. Èl cambio tanto,pensar que lo conocí con el cabello corto, varonil, con aspecto militar . Sin embargo fui conociendo sus locas aventuras con el tiempo, como someterse a una rinoplastia, hacerse amigo de Juan Carlos Ferrando y de  abandonar la carrera de derecho en la Upao para trabajar como draqueen en discotecas limeñas.Después de todo  fue mi amor,  y mi  primera caotica decepción también.

Ya no eres el mismo/Noelia

domingo, 14 de agosto de 2011

Un beso es solo un beso




He comprendido con el tiempo, que un beso no siempre es el inicio de algo, no siempre es el amor el que nos conduce a juntar los labios.

Darse un beso (y perdonen la reiteración) es la complicidad del momento, es preguntarse si fue culpa de la romántica noche o de la soledad que nos abruma en su debilidad. 

Quizá la desesperada idea de enamorarnos, nos hace confundirnos tanto, que hoy estoy escribiendo este blog, para compartir con ustedes mi desventurada experiencia.

Tantas veces creo haber expuesto mis sentimientos, que existe la posibilidad de haber inspirado lastima, y recibir de consuelo un ósculo fugaz, con dulce almíbar a tormento y terminar desafiando la lógica, con acertijos de  actitudes sin coherencia.

Por qué un beso sin continuidad no expresa nada más que un simple impulso. Así, empiezo a relatar mi historia con Christian, un muchacho de 20 años que conocí en la capacitación de un trabajo en Lima y que al término de la jornada, le propuse hospedarnos juntos en el centro de Lima, escapando de los demás  compañeros y sin mucho esfuerzo el pedido fue concedido.

Luego de cenar, decidimos ir al Vale Todo a bailar, al regreso tomamos una cerveza más. El cayó rendido a la cama con la camisa puesta y su pantalón a medio desvestir, cansados pero sin pernoctar, con la pasión envuelta en sábanas, la lujuria empezó a apoderarse de mí.

Muy quietos los dos jugando a dormir, mis mano, empezaron a desnudar su tibio pecho, besar sus hombros, tocar sus muslos y con mis dedos recorrer todo su interior.Extasiado, extendí mi brazos a su regazo y me deje morir a plenitud.

Cuando quise consumar mi frenética pasión, su resistencia hizo la distancia en la habitación y decidí no insistir, amanecimos de espaldas y con desvelo aun, pero el incandescente sol ya  avisaba la hora de la despedida, Christian es de Iquitos y a mediodía su avión saldría.

Mientras yo  tendría la tarde y la noche conmigo, para recordarlo, el silencio de lo vivido me hizo dudar y preguntarme que fue lo que hicimos, así regrese a Chimbote (mi ciudad) con sentimientos encontrados, y recogiendo  esperanzas para una mejor suerte.

Escuchando tantas canciones de amor y suspirando con solo revivir nuestras miradas, así viví los primeros días, hasta el   domingo  que encontré conectado al facebook a Christian,  le interrogue si tiene pareja o si existe alguien  que le gustara, para recién iniciar  mi verdad, escribiéndole que su compañía en este corto tiempo fue especial y que me hizo demasiado bien.

Tonto fue preguntar si recordaba nuestra cercanía aquel jueves de madrugada y leer por conclusión ¿Raúl eres gay? comprendí que  esa absurda pregunta no merecía ser respondida, después de ser el quien me invitó al Vale Todo. Yo cobardemente me despedí fingiendo estar ocupado y deseando lo mejor en su vida.

Terco como siempre, no podía rendirme así  tan fácilmente y en otra ocasión reanude la conversación y la excusa fue aclarar de que no era gay, si no bisexual y sin rodeos escribirle en el messenger “me gustas” y el resultado de esa conversación fue peor.

Sorpresivamente dijo: “No eres el primer chico que me lo dice, esto siempre me pasa, creo que tengo jale con los hombres, yo no tengo problemas con que seas así, además creo que el resto de compañeros también lo saben”   No creí haber soportado tanto hasta que leí esa estupidez, nuevamente diplomático, yo prometí no tocar el tema y desearle lo mejor , aun en contra de mi voluntad.

Escribir este primer post no tendría sentido, si no le doy valor al recordar una experiencia similar.

Fonsi, quien ahora es mi amigo, años atrás me gustaba mucho,  sus ocurrencias podían decirlo todo para mí. Un domingo lo invite a trabajar conmigo como mesero en un restaurante campestre en Nepeña (40 minutos de Chimbote) y a mitad de jornada, en el baño nos acercábamos con la primera excusa para terminar besándonos, con nuestro uniforme de sombrero, jeans y camisa a cuadros,  como protagonistas de "secreto en la montaña"  un beso tan largo que  sólo  fue interrumpido por el señor de limpieza, Don Anselmo.

De regreso en el autobús, a oscuras, mientras todos dormían, nos tomamos de la mano fuertemente y  el primer ronquido, nos hizo soltarnos. Creer que eso es reciprocidad de amor, es demasiado tonto, los días pasaron y ese momento se fue perdiendo hasta quedar en nada.

Recuerdo ( y ahora me río) dramatizar en que me alejaría de  Fonsi por un tiempo  y no frecuentar a los amigos en común, solo por hacer menos el sufrimiento que llevaba por dentro.

Lo tuve en mi cama desnudo una vez, recorriendo cada pulgada de su cuerpo y aunque llegue más lejos esa vez, tampoco pude incentivar a que se enamorase de mí.

Ahora  Fonsi radica en la Selva y mis amigos aún me preguntan si volvería a intentarlo con el (intentar que, si solo fue ilusión mía), mi respuesta es un rotundo no,  porque por ahí escuché que lo pasado está pisado.

Después de ese accidentado acontecimiento, somos más cercanos. Fonsi está más pendiente de mí, que pregunta inoportunamente si tengo pareja o no (tal vez por morbo o condolencia, no lo sé) 

Y remontando  esta situación  al presente, me consuela saber que aquí no hay héroe ni villano, solo una historia repetida, por si no  aprendí bien la lección, que con un solo beso no te puedes enamorar jamás.
 Donde ya no te tengo/Rosanna