miércoles, 17 de agosto de 2011

La primera vez







Para llegar al final de “ Y vivieron felices por siempre” primero se supone que debo besar sapos antes de encontrar al príncipe encantado. Comencemos a recordar al primer sapo de todos.

Mi primera relación de pareja, fue con Jefferson, un joven chiclayano, dos años mayor que yo, que vacacionaba en Chimbote por aquellos días (Verano del 2003)

¿Cómo estar con un hombre como pareja?  Solo he tenido sexo con ellos, y ¿por qué razón habría que hacerlo?  Si ninguno hasta ahora me atrae su forma de ser, solo sus cuerpos y el empaque que guardan en sus vestiduras (pensaba yo)

Sin embargo, el no mencionarme la palabra sexo en nuestra primera conversación por el messenger y no responder a las tradicionales preguntas: Nombre, edad, opción, ¿tienes sitio?  y después de eso concluir en una cita o en la eliminación de  lista de contactos, me generó interés en conocerlo.

Así pactamos vernos, en el ovalo  la familia de Nuevo Chimbote, al  término de mis clases en la academia (por ese entonces me preparaba para ingresar a la universidad) y recuerdo que ese día llegue tarde sin querer, y me impresionó verlo sentado en la vereda, con la cabeza inclinada al suelo, quieto y sin moverse, me conmovió  bastante vivir esa escena.

Luego de saludarnos y caminar perdiéndonos en la plática respectiva, llegamos a la pista de la panamericana sur, el estar ahí ya me hacía suponer lo que vendría y así fue, cruzamos el asfalto y al frente nos esperaba el desierto, y que con nosotros habrìa fuego en medio de la oscuridad.

Después de ese día, en otra ocasión en el messenger el dijo: “me gustas, ¿quieres ser, mi enamorado?  Y antes de decir si, solo pensaba en el tiempo que anhelaba estar con alguien y de pedirle al cielo,  me concediera el deseo y ahora realizado, ni modo desperdiciarlo no?.

Nuevas cosas estaban preparadas para mí, como la primera escena de celos, que fue muy divertida, un chico extremadamente pasivo vino a mi casa (se averiguo donde vivo el muy pendejo) a decirme que ya sabía con quién estaba y recalcarme que Jefferson estuvo primero con él, antes que conmigo ( y antes quería conmigo) un despechado más, sin oficio que se le conociera  más que el joder la paciencia.

Y como les comentaba Jefferson jamás uso la palabra sexo, sin embargo fue lo que  inducia hacer cada vez que nos encontrábamos, y como tenía que suceder, llego el momento en que tenía que ser yo quien lo espere con varios minutos de retraso (con lo que detesto esperar a alguien) y solo tuvo para mi justificaciones evasivas, y sentí que solo vino por cumplir y hacer lo que estaba acostumbrado a realizar, tirar tan solo eso.

Esta vez decidí que no ( total,que podría pasar si una noche no haríamos el amor) y de tanta insistencia mía, empezó a contar el motivo de su demora, el manifesto que estaba atendiendo a un amigo, del cual recién se enteraba que tenía VIH,   jamás ni por un instante, en ese momento pensé hablar de ese tema ni estar tan cerca para hacerlo. Hubo un silencio y un forcejeo a no tocarnos, que regresamos casi sin hablar al ovalo, solo para irnos cada uno a sus respectivas casas.

Como Jefferson no tenía celular, solo había que esperar al messenger para comunicarme con él, y no encontrarlo en línea , me desesperaba,  mis mensajes sin responder, me causaba ansiedad y en el momento menos pensado, sucedió estaba conectado y fue breve en decirme : deja de mandarme mensajes y dedicatorias, estoy en Chiclayo y aquí tengo pareja, el mundo se me desboronó en ese instante.

Para confirmar lo que decía (que me hacía suponer  que era,  sólo despecho o un resentimiento) me dio la contraseña de  su otro correo  y ahí encontré todos los emails de amor de su pareja, que  constantemente le enviaba mientras él estaba aquí (Chimbote) conmigo.

Lejos y sin aclarar nada, el muy perro termino conmigo,  en ese momento solo pense en quien deberia acudir, por que la tristeza estaba calando sobre mi. Una relación de apenas quince días me parecieron toda una vida, no se imaginaran entonces cuánto tiempo más me costó olvidarlo y superarlo.

Con el tiempo, llegue a conocer  al amigo con VIH, y debo confesar que solo indague en saber de el por saber algo de Jefferson. Èl cambio tanto,pensar que lo conocí con el cabello corto, varonil, con aspecto militar . Sin embargo fui conociendo sus locas aventuras con el tiempo, como someterse a una rinoplastia, hacerse amigo de Juan Carlos Ferrando y de  abandonar la carrera de derecho en la Upao para trabajar como draqueen en discotecas limeñas.Después de todo  fue mi amor,  y mi  primera caotica decepción también.

Ya no eres el mismo/Noelia

1 comentario:

  1. sabes a muchos nos pasas eso, con la primera relación nos apasionamos entregamos nuestra alma, nuestro ser sin pensar en nada más que ser amados..
    no hay peor sentimiento que sentirse usado, utilizado, ese es un veneno amargo que te carcome la sangre.
    frió o caliente..

    ResponderEliminar